“Secretamente y sin que nadie se haya dado cuenta hasta ahora, una nueva moda se ha extendido entre nuestros jóvenes: el vicioso hábito de escuchar exclusivamente los latidos del propio corazón. Los que han dado en llamarse a sí mismos Heartbeaters (los que laten) sufren una percepción alterada de lo real, el mundo exterior reducido a un puro eco de sus propios espacios interiores. Esta percusión íntima influye en pensamientos y conductas, y es adictiva" Así comienza el hipertexto que la autora ha concebido dentro del proyecto que incluye el registro en vídeo de una serie de acciones y la narración que crece en Internet. En el video vemos una serie de torsos sin rostro, anónimos, a los que se aplica un estetoscopio que permite amplificar los latidos de su corazón.

La obra despliega un sinfín de significados. Nos permite reflexionar sobre los niveles automáticos de percepción de nuestro cuerpo, como los generados por el sueño o la respiración.

Por otra parte, el video alude directamente a las peculiaridades de algunas prácticas de la música electrónica de las últimas décadas, concebida por algunos Djs en sincronicidad con los latidos del corazón…con las repercusiones desconocidas que puede tener esta decisión en la forma de entender la realidad, incluso en el poder de control que se ejerce sobre las identidades.

Como en otros proyectos de la autora, la realidad se muestra poliforme y abierta y contiene innumerables velos. Apartándose de cualquier tratamiento canónico de lo real, Dora García construye desde lo narrativo, desbordando todos los binomios dominantes: natural- artificial, cuerpo-mente, finito-eterno…